Planear, diseñar e instalar una fábrica de vigueta pretensada, y de cualquier otro elemento de concreto prefabricado es un proceso que requiere el conocimiento a profundidad del terreno en el cual estará funcionando, a fin de garantizar la seguridad de todo el equipo de trabajo y un adecuado control de calidad de las piezas producidas.
Al evaluar el terreno donde se instalará la fábrica, es necesario elegir las áreas de trabajo, almacenamiento y tránsito de obreros y materiales para señalar las zonas de peligro y garantizar la agilidad de la producción. Como parte de esta evaluación, debe considerarse de forma estratégica el lugar donde estarán situadas las camas y los cabezales de tensado.
Ninguna fábrica de vigueta pretensada es igual a otra, y el terreno en el que será instalada presenta características muy diferentes, incluso en distintas zonas dentro del mismo. Contratar los servicios de un laboratorio de mecánica de suelos y materiales es un paso que no debe ser ignorado antes de solicitar el diseño de los cabezales de la cama de tensado.
El laboratorio de suelos determinará la capacidad de carga del suelo en cada una de las zonas donde se instalarán los cabezales.
Tomar como referencia el diseño de otra fábrica de viguetas pretensadas quizá no parezca peligroso o contraproducente, pero esta práctica puede derivar en pérdidas de producción, un deficiente control de calidad o un accidente fatal en planta.
Lo que funciona para una fábrica no necesariamente puede funcionar en otra: el terreno, el suelo y los objetivos de producción son muy específicos en cada caso, y para determinar las necesidades de su producción debe contar con la asesoría de un experto y el apoyo de laboratorios especializados.
Es importante recordar que, aunque la técnica del pretensado ha experimentado grandes avances en materia tecnológica que se traduce en una mayor seguridad en la fábrica, los riesgos continúan existiendo, debido a la misma naturaleza del proceso.
Los cabezales de tensado son uno de los elementos claves para la producción de la vigueta pretensada, pues soportarán toda la fuerza de tensión de los cables. Un cabezal que no cuente con una buena cimentación corre el riesgo de desprenderse del piso al momento de la tensión, provocando graves accidentes que podrían resultar en la mutilación o muerte de quien se encuentre en la zona de trabajo.
En una entrevista realizada en 2009 para el Instituto Mexicano del Cemento del Concreto, Don Mario Duarte Carrillo, precursor del concreto pretensado, enfatizaba la importancia de considerar la naturaleza particular de cada tipo de suelo al diseñar la cimentación (en este caso, de estructuras como puentes o muelles):
“Normalmente todos los estudios son de mecánica de suelos, y aquí no tenemos suelos, tenemos roca, que es otra cosa. El suelo es un material que se acomoda; son partículas pequeñas; arcillas cuya resistencia depende de la humedad. La roca es otra cosa. Tenemos rocas con capacidades de prueba enormes”
El trabajo de Don Mario Duarte es un elocuente ejemplo de la importancia de las pruebas, análisis e investigación en laboratorio en cada uno de los proyectos de pretensado de concreto. Aunque la cimentación pueda parecer un proceso sencillo, no debería desestimarse a la hora de planear una fábrica de viguetas pretensadas.