Imagen: Moyeda
La industria del concreto pretensado en México es heredera de una rica historia, construida por grandes ingenieros cuyos innovadores proyectos han logrado que, hoy en día, el presfuerzo en nuestro país esté a la altura de nuestros pares en Europa y Estados Unidos.
Cada vez que un proyecto de construcción, diseño y fabricación de presentados comienza, se escribe un capítulo que no sólo aportará a la historia de nuestra industria, sino a la de todo nuestro país.
En Hercab, estamos convencidos de que, como representantes de la industria del pretensado, debemos tener siempre presente que nuestro trabajo no se trata solamente de vigas, aceros, gatos o grúas. Nuestras estructuras serán los caminos por los que miles de personas viajarán todos los días. Lo que ahora es una viga será mañana parte de extraordinarios edificios, viviendas, mercados o plazas públicas que definirán la vida de nuestras ciudades. Las gradas de un estadio apoyarán la pasión de miles de personas. Y cada una de esas estructuras estarán grabadas por muchos años en la historia de México.
Estas 4 estructuras son sólo un ejemplo de cómo, a lo largo de los años y el territorio de México, el concreto pretensado ha logrado transformar la vida de miles de personas.
Bazar García Rejón: Tradición e historia en una estructura pretensada. (Yucatán)
Este sencillo y hermoso mercado, ubicado en el centro de Mérida, Yucatán, es considerado como la primera estructura de concreto reforzado en México y es obra del ingeniero Mario Duarte: uno de los más importantes precursores del sistema de vigueta y bovedilla en nuestro país.
Se trata de una estructura calculada para una capacidad de 1000 kg/m2 y está construida en lo que fuera la “Plaza de las Verduras”: uno de los mercados más antiguos de Mérida, cuya historia se remonta a la fundación la ciudad.
La remodelación de este mercado bajo la batuta de Don Mario Duarte significó el inicio de una próspera industria y de grandes innovaciones con las que nuestro país ha aportado a los sistemas estructurales en la construcción.
El Teatro de la Ciudad en Irapuato: arte e ingeniería. (Guanajuato)
Una verdadera joya para la ciudad. Así han descrito a este teatro, cuyas losas y muros fueron productos prefabricados de concreto con el sello de VIPROCOSA.
Este inmueble cultural tiene una capacitad para 744 personas, con 200 butacas en Gayola, 504 en planta baja y 40 espacios exclusivos para personas con capacidades diferentes, y se planea inaugurar en la edición 2016 del Festival Internacional Cervantino.
El Estadio Azteca: pasión que se levanta desde su estructura. (CDMX)
Las gradas del más grande estadio construido en la Ciudad de México están hechas de prefabricado pretensado de concreto bajo el diseño y fabricación de los ingenieros René Carranza y Aubry y Alejandro Fernández Vargas, Gerente y Residente de obra, respectivamente, de “Servicios y Elementos Presforzados”, SA (Sistemas CCL).
Imagen: Arquine.com
Este monumental estadio cuenta con una capacidad para 105,000 espectadores sentados y desde su inauguración en 1966 ha sido el escenario de innumerables competencias de futbol, eventos históricos como la visita del Papa Juan Pablo II y conciertos emblemáticos como el de Michael Jackson, que reunió en sus butacas y canchas a más de 500 mil personas a lo largo de cinco conciertos.
La línea 3 del metro de Monterrey: viajando en una obra maestra. (Nuevo León)
Este extraordinario proyecto de las constructoras Alstom y Moyeda iniciará sus operaciones en 2018 y conectará a más de 280 mil pasajeros por día a lo largo de 7.5 kilómetros entre tramos elevados y subterráneos.
La experiencia de Moyeda ha transformado el panorama y vialidad de Nuevo León, con estructuras como la estaciones Universidad, Sendero y Regina del Metrorrey, el Puente Zaragoza y el distribuidor vial Gonzalitos-Morones.
¿Cuál es tu próximo proyecto de pretensados de concreto? Estamos seguros de que con una excelente planeación, asesoría y control de calidad, se sumará a las legendarias estructuras que hoy en día son parte imprescindible de la vida en México.
